La magia puede ser abstracta para muchos, no real y/o confusa, porque en general, no nos educaron para saber sobre el mundo, sólo nos educaron colectivamente hablando, para ser funcionales dentro de estructuras sociales específicas.
Así como Kiyosaki, y su exitoso "Padre Rico, Padre pobre", libro que conquistó al mundo con la idea de que no nos educan para hacer dinero, para administrar finanzas, no nos educan para ser creativos y creer en nuestras habilidades y potenciales.
Lo mismo sucede con la magia, nos hablan de parámetros religiosos, morales o tradicionales que limitan nuestra creatividad e imaginación y eso, sólo eso es la base de la magia.
Magia es mirar el mundo sabiendo que todo está en movimiento, que este movimiento es imperceptible cuando intento controlar todos los aspectos de mi vida, antes de conocer mi propia naturaleza.
Sólo perceptible cuando me libero a estar presente, cuando no estoy en ayer o en mañana, sino absolutamente presente, aquí y ahora, tener esta experiencia, aunque sea por un nano segundo, cambiará la forma en que vea al mundo.
Sólo por esta razón, la magia debe primero ser reconocida dentro, para poder observar y percibir la realidad en todo su esplendor afuera.
Lo que observamos cuando observamos nuestro entorno, es la realidad que hemos construido, colectiva e individualmente.
Las personas que me rodean y el tipo de relaciones afectivas que mantengo, son parte de la realidad que construyo.
Cuando nos reconocemos, las emociones, los estados alterados, la oscuridad de pensamientos e ideas, la imaginación, los terrores, los miedos, resentimientos, celos y envidias, debemos ser capaces de verlo a cada instante, en nosotros, no como algo propio de mí, sino como algo que “está en mí, opera a través de mí, pero NO es mío”, y por tanto, lo elimino de mi consciencia a través de procesos de limpieza energética, dando gracias por lo que aprendí al verlo, pidiendo perdón por no haber notado cuanto daño me hacía a mi mismo, y finalmente liberando al universo el escalón de consciencia que he alcanzado.
Por lo que aprender magia, es aprender a conocerse, transitar los estados personales sin culpas, sin resistencias, sin miedo, sin juicio, principios que por lo demás rigen la magia budista, antes de aprender a usar herramientas mágicas, antes de aprender hechizos o mudras de poder, debo haber reconocido mi verdadera naturaleza, de lo contrario seré otro hechicero o aspirante a mago en las vestiduras superficiales de la magia.
De pronto puedo movilizar adecuadamente una emoción que alguna vez fue dañina y parte de mis patrones de comportamiento o estructuras y condicionamientos mentales, pero ahora que puedo verlo, puedo transformar esa energía pura, limpia y darle un uso práctico, como manifestar dinero, pareja, riqueza, casa, auto, sexo, lo que sea que desees manifestar.
No es afuera en las formas de las nubes, sino en los filtros que te permites para ver más allá de las nubes, no es afuera en las hermosas flores que parecen danzar frente a tus ojos y te emocionan, es en la capacidad de ver la danza de la naturaleza, no es afuera, siempre es adentro.
Jamás he sido popular, precisamente porque siempre pongo este filtro como un condicionante para alcanzar la maestría de la magia, no creo que alguien pueda alcanzar altos niveles de magia y alquimia sin realmente haber estado en su interior puro y presente por más tiempo del que pasamos en el córtex prefrontal.
Te invito a creer en tus sueños, en tu imaginación, en las sensaciones que provee tu bilogía, en las sensaciones “irracionales” y en los eventos inexplicables que de algún modo te hacen sentido, la magia siempre ha estado en nosotros, dado que somos una especie única que es energética, magnética y eléctrica al tiempo que densa y biológica, por lo que respondemos a ambas, la inteligencia material y la sensorial.
Sólo imagina que desde niña/o te hubieran enseñado a movilizar tus emociones por medio de la respiración, o que la escuela de la vida fuera el trabajo de campo y el cuidado del entorno, y enseguida imagina como enfrentarías ese problema u obstáculo que entorpece tu desarrollo en este momento.
El secreto de la magia es integrar la imaginación, lo abstracto de nuestra mente con la habilidad de racionalizar, aceptar el potencial y experimentar lo que sea que se manifieste siempre presente.
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