Se habla mucho de que la brujería tiene que ver con el diablo (creación cristiana) con la oscuridad y lo malvado.
Nada más alejado de la realidad respecto a la creencia espiritual llamada Brujería.
La brujería como tal es tan antigua como la humanidad misma, nació de la veneración y respeto que el hombre y mujer antiguos profesaban a la Madre Naturaleza, a lo que observaban en los cambios de estaciones, al crecimiento de los vegetales y plantas de la misma tierra. Posteriormente y de acuerdo a esta comprensión de la naturaleza, se le fue otorgando un espíritu femenino, la Madre Tierra, GEA, GAIA, la Pachamama, o simplemente La Diosa.
Es imposible no asociar a la brujería con la adivinación. Si esa adivinación, además, se lleva a cabo con un mazo de cartas, la atracción es inminente. Las cartas de Tarot reflejan la esencia del ser humano; críptico para algunos, iniciático para otros, y fuente de las respuestas a todas las preguntas que yacen en el alma humana, el Tarot es una herramienta de conocimiento y autoconocimiento profunda y ancestral. Como muchos de los misterios humanos, el origen del Tarot aún al día de hoy no es claro, no se ha podido encontrar una línea directa en el tránsito de la historia que nos lleve a ese punto donde todo comenzó, sin embargo, teorías hay muchas…certezas…pocas.
En Instituto Arcano Paracelso estamos ad portas de finalizar los últimos detalles de una tremenda, tremenda formación para el 2025, que abordará todo este antiguo y hermoso conocimiento, que incluirá (entre otras herramientas mágicas), un hermoso mazo de 52 cartas de Tarot de las Brujas.
Pronto podrás sumarte al bello mundo de la brujería y volver a conectar con lo que nutre tu alma.
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