Mirar al cielo como algo separado de nosotros como conciencia humana es un gran error evolutivo, sin embargo, ahora que ya estamos definitivamente instalados en la Era de Acuario, podemos observar como mas y mas personas se interesan por la interpretación de los movimientos de planetas y luminarias asociados a nuestra psiquis, conciencia y actividades del día a día, tanto como individuos como colectivo humano.

¿Cómo es posible que un movimiento allá arriba, tan lejos, tenga influencia aquí abajo? Te puedo dejar un concepto de la metafísica: “Cómo es arriba es abajo”.

El cielo es parte de nuestro hogar, si bien lo vemos como algo lejano y parte de un universo en expansión, imposible de medir en medidas humanas, la verdad es que nuestro cielo humano, es nuestro sistema solar. Como parte de una serie de planetas y luminarias que se orbitan mutuamente en un movimiento constante generando movimientos energéticos que mueven fuertemente nuestras conciencias, o acaso es el revés? Queda mucho por reflexionar aún en este sentido.

Este cielo local es el techo de nuestra conciencia, en un sistema fractal donde la vida se manifiesta en un perfecto equilibrio entre el cielo y la tierra. Aquí en la tierra el clima, la naturaleza en general,  las estaciones y las condiciones socio culturales tienen fuerte influencia en nuestras conciencias,  porque creemos entonces que el cielo y sus movimientos no lo tendrían?

El cielo siempre está en movimiento al igual que toda la vida en todas partes, este movimiento tiene cierto orden, los planetas se mueven permanente en órbitas diferentes, largas o cortas y generan movimientos de consciencia colectiva como el planeta Urano, que demora 84 años en dar la vuelta completa, por lo que generaciones completas nacen con Urano en el mismo signo, aunque en casas diferentes, el planeta se “estaciona” en cada signo por períodos de siete años.

Y también existen otros elementos que observamos, asteroides y puntos focales, algunos elementos ni siquiera son físicos, más bien son parte de la onda expansiva de una luminaria en su extensión más lejana, generando procesos de vida y de conciencia.

En una carta natal astrológica podemos encontrar objetos perdidos, respuestas a la salud mental, respuestas a la vida romántica y negocios, a la salud y el amor, la relación con el dinero y las cualidades artísticas, psicopatías, miedos, o narcisismos.

Podemos revisar la carta natal de un bebé recién nacido y saber cómo protegerlo de eventos externos, o ayudarlo a que pueda manejar sus debilidades de cualquier tipo, desarrollar sus habilidades y contener sus terrores.

Con la carta del año, o revolución solar(llamada así porque demoramos un año en volver a la misma posición en que estaba el sol el día que nacimos) podemos hacer mucha predicción para un año completo, saber si es adecuado viajar, estudiar, operarse, o dejar el trabajo. La toma de decisiones a través de la lectura de la carta natal es un beneficio fascinante para todos quienes lo usamos.

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