Cotidiana Espiritualidad

Paracelso

Cotidiana espiritualidad

A menudo escucho frases juiciosas sobre cómo se debe vivir la espiritualidad.

La mayoría se basa en el desconocimiento, o desinterés real por tener una conversación profunda, que no tiene por qué ser densa.

La simpleza es bella, porque usa poca energía, la belleza es simple, porque usa poca energía.

Donde sea que uno se encuentre, en la situación que sea que uno se encuentre, uno está soñando despierto, sintiendo emociones, racionalizando eventos en la cabeza, recordando pasados o soñando futuros, imaginando, deseando, temiendo a veces, vulnerable otras, en cualquier situación estamos siendo espirituales, racionales, emocionales y físicos al mismo tiempo.

Todas las emociones por la razón que sea que estén activas, están sucediendo, es real.

Primero atiendo a que mi realidad es lo que es en este momento, nada más existe que este instante donde me encuentro. Me detengo, observo toda la situación, mis emociones o las acciones en las que estoy, y me enfoco.

Pongo toda mi atención en este momento, recordar o imaginar, o soñar despierto no es real, no está aquí, sólo está en una porción de mí, en una porción de mi consciencia. Yo tengo el poder de ordenar mi consciencia, y la porción de la mente racional es parte de ella. Yo domino mi mente.

Estoy aquí, estoy en “Ahora”, respiro, y me enfoco en mi respiración, palpitaciones o presión, o todo muy armónico, me enfoco en ello, me repito “Estoy aquí y ahora, nada más existe”. Y sólo entonces, reanaliza la situación o emoción que te ha alterado antes. Observa de nuevo tu entorno manteniendo el enfoque en aquí y ahora. Reevalúa y siente gratitud por ti mismo/a y por tu inteligencia, porque te mereces quererte y dominar tu mente. Da gracias y siente amor.

Este ejercicio no es diferente de algunas personas religiosas que, ante la misma situación, toman con ahínco y fuerza su biblia o su rosario, o se arrodillan y piden, lloran o esperan respuestas. No es diferente poner todo el enfoque en que algo superior vendrá a tu rescate. Sin saberlo, has hecho el mismo camino para lograr un estado de mayor armonía, por tanto, la espiritualidad tiene alcances muy profundos en el día a día, en la propia actividad cotidiana y te explico por qué.

Cotidiana-Espiritualidad-2
Créditos: Canva

Se ha dicho: “Somos espíritus teniendo una experiencia humana, no humanos teniendo una experiencia espiritual” Teilhard de Chardin.

Planteado así, puedo elegir que una actividad rutinaria sea una oportunidad para mi salud general, mi bienestar general. Si es rutinario es porque tu mente está en estado de tedio. Tú puedes cambiar la rutina, de la manera que lo hagas, estarás teniendo una experiencia diferente.

Intenta llamar a alguien por teléfono sólo para saludar, o escucha una música diferente por curiosidad, o prueba algún alimento nuevo, o cambia la hora de tu almuerzo o cena.

Puedes jugar a hacer muecas con tu rostro, solo para ti, para reírte, oblígate a reír, mírate al espejo riendo.

Si no puedes, o sientes vergüenza, o miedo al ridículo, es porque tu espíritu conoce ese tipo de dolor, heridas de humillación, y abandono, no sólo de esta encarnación. Y puedes darte permiso de aceptarte como eres, conocerte mejor, y porqué no, comenzar una nueva relación contigo. Parte por darte amor de madre, sé tu propia madre. Date seguridad de padre, sé tu propio padre cuando lo requieras. Sé tú y el Universo en armonía, tu mente es la clave.

Puede sonar sencillo o superficial, pero es más complejo, mucho más profundo, si es que te atreves a comenzar a hacer cambios, mi sugerencia es que sepas quién eres, hables contigo, te respetes, quieras y trates con amor y entonces, podrás experimentar en cuerpo y alma toda tu profunda conexión espiritual y quien sabe, obtener respuestas o dejar de tener preguntas. Eres libre de elegir.


Notas relacionadas:

Mis recomendaciones:


Si deseas profundizar más en estos aspectos, puedes acceder a nuestros cursos grabados:

Te puede interesar

Cursos disponibles